
La Costa Norte de Colombia tiene una gran riqueza y variedad cultural, turística, gastronómica, folclórica y otros aspectos que les hacen sentir orgullosos de su origen. Para muchos en Colombia, los costeños tienen una identidad cultural homogénea que siempre busca la fiesta, el bullicio y la celebración de todo lo que les parezca significativo, sin embargo entre costeños, sí bien hay características que unifican culturalmente como región y grupo social, también hay otras que diferencian por departamentos, ciudad, municipios, pueblos, estratos sociales, situaciones, etc.

Cada contexto da un rasgo particular a la gente de la costa. Estos rasgos van desde el acento, las expresiones, los comportamientos en determinadas situaciones hasta el tipo de música y las diferentes maneras de preparar el mismo plato típico. Por tanto un costeño de una zona específica, podría reconocer a otro y descubrir su lugar de procedencia en la Región Caribe con solo pronunciar una frase o una palabra.
Retomando un poco aquello que les caracteriza como un grupo regional, se pueden mencionar algunas frases como: “A la Bulla de los Cocos” que hace referencia a “hacer algo sin pensar y sin planificar”; “ponerse las pilas” que significa “poner atención”; y finalmente la frase “tengo pingarria” que es el equivalente a decir “tengo pereza”. Estas son algunas de las frases que cualquier costeño entendería, pero existen otras que se usan en determinados lugares y que solo un costeño que pertenezca a ese grupo social, podría entender. Por ejemplo: Para decir “amigo” en Cartagena la mayoría de la gente dice “mi vale”; en Barranquilla “mi llave” “cuadro”, pero en toda la costa se usa la palabra “compadre o compa”. Por otro lado la palabra “mierda” en Cartagena sería “edda”; en Barranquilla “erda” y en Santa Marta “ñerda”.
Fonéticamente, también existe una diferencia entre los acentos aunque para el resto del país los oiga igual. El cartagenero tiene un golpe característico en su acento. Sobre todo cuando se trata de pronunciar [r, s, l] que no pronuncia en determinadas situaciones. Esta forma especial de hablar que da un rasgo especifico a la gente de la ciudad amurallada. Por ejemplo: pescado por [pec.ca’o]; mientras que el barranquillero dice: [pesca’o] al igual que el samario. Otros lugares de la costa tienen un acento menos fuerte que el de Cartagena y otros costeños como en la Guajira dirían [pejca’o]. Hablando de la [r] el barranquillero la pronunciaría con mucha fuerza, diría entonces [Carrtagena] y no [Cartagena] mientras que el samario lo haría sin tanto fuerza [Cartagena]; sin embargo el cartagenero diría [cat.tagena] reemplazando la [r] asimilando el sonido de la letra que le precede. En algunos casos, en la costa se cambia la [s] por “j”, sobre todo al final de una palabra como es el caso de la palabra [Vaj-a trabaja’] en vez de [vas a trabajar].
Otros casos: ¿Para dónde vamos? En Cartagena [pa’ onde vamoj]; Barranquilla y alrededores[pa’ dónde vamo’] Montería y Sincelejo [paonde vamo’] Santa Marta y alrededores[pa’onde vamoj]. ¡Estoy cansado! En Cartagena [et.toi cansa’o] Barranquilla y Santa Marta [Toi cansa’o]; por último la frase: ¿Adónde vas? en Cartagena se dice [a’onde vaj]; en Barranquilla y Santa Marta [Pa’ dónde vaj]; en algunas zonas del César y la Guajira [Pa’ onde tu vaij]. En éste último ejemplo, es importante saber que el voseo que se presenta en estas zonas del César y la Guajira no utiliza el pronombre, solo la forma en el verbo y la acentuación que caracteriza a los costeños.

La gastronomía, también diversa, es homogénea en casi toda la región. No obstante en las zonas de la Guajira y César la dieta costeña incluye chivo que no es reconocido por el resto de los costeños.

La variedad musical también es compartida aunque en diferentes lugares se prefiera más un ritmo que otro. Los ritmos más representativos de la cultura costeña son: el vallenato y la cumbia. Pero en Cartagena, producto de la esclavitud, se baila “Mapalé” un género de herencia africana. En las zonas del rio Sinú, el porro se caracteriza por amenizar festivales y ferias. El vallenato y la música de acordeón suenan con fuerza el César que con el Festival de la Leyenda Vallenata inunda a todo el caribe colombiano al compás de los tambores y el acordeón.

En Cartagena, la historia, la alegría de su gente y su particular forma de hablar; en Santa Marta, las bellas playas entre montañas, los parques naturales a su alrededor y sus bellos atardeceres; en Barranquilla, la modernidad, la cultura festiva de Carnaval, a la gente orgullosa de su cultura y su ciudad; en La Guajira, la cultura Wayuu, el desierto junto a la playa y el viento refrescante; en Valledupar, la música de acordeón, los paisajes y las leyendas populares. El porro, la corraleja y la amabilidad de los sincelejanos; y toda la Región Caribe, hacen parte de todo un abanico de posibilidades para vivir y disfrutar de la cultura colombiana. Tanto de su gente como su biodiversidad.
¡Costeños y más nada! [Cojteño’ y maj ná]
Jorge Mario Navarro Sáenz
Docente ELE
Spanish World institute – Study spanish Colombia

